Este espacio está dedicado preservar la memoria del matrimonio cartagenero formado por Salvador Fernández Martínez y Josefa Meroño Cegarra, además de la de sus hijos e hijas y sus respectivos cónyuges, así como la de otros parientes más o menos cercanos, a fin de mantener más vivos los lazos familiares entre todos sus descendientes.



domingo, 5 de marzo de 2023

Amigos, conocidos y allegados de José Fernández Meroño

Quiero dedicar un espacio a aquellas personas con las que mi padre, José Fernández Meroño, mantuvo una relación de amistad durante los años de postguerra en Cartagena (y hasta mucho después, ya residiendo en Terrassa, en la mayoría de los casos)... que no fueron muchas, la verdad.


José Cortés, en el año 1926


José Cortés, delegado en La Unión de La Española. Mutualidad de Seguros Sociales (y quizá, más adelante, de la General Española de Seguros). Siempre fue Don José Cortés para mi padre. Jamás le oí hablar de alguien que no fuera de la familia con tanto afecto y admiración.

Juan Saura. Tenía una carpintería en la calle San Fernando, en Cartagena. Estuvo carteándose con mi padre al menos hasta 1974. Cuando fui con mi padre, que quería despedirse de él antes de marchar a Terrassa, me regaló un estuche de compases que mi padre me requisó alegando que era de gran valor (supongo que de gran valor emocional para él, claro).

Juan Martínez Abellán. Librero de viejo en la calle Santa Florentina, en Cartagena. Tenía una hija pianista que murió prematuramente.

Gregorio Vilches Delgado (y su esposa Amalia Fernández). Residente en Huelva y posteriormente en Vigo. Mi padre lo mencionaba afectuosamente con frecuencia. Creo que era un colega de la General Española de Seguros. De una carta que le escribió a mi padre en 1971, extraigo esta fragmento: «...a pesar de la distancia y de los años transcurridos siempre me acuerdo de ti; del hombre bueno y generoso, como te llamábamos en aquellos tiempos».

El señor Jordá. Un alcoyano vocinglero y extravertido que creo que también era delegado de la General Española de Seguros. Nos visitó en casa en diversas ocasiones dejando un buen recuerdo.

Lili Fernández (y su esposo Rafael Álvarez Arrieta), residente en San Sebastián. Creo que fue secretaria de Pedro Prado Mendizabal. Tenía algún tipo de relación con Pilar, de Melun. Hay correspondencia al menos hasta 1975.

A inicios de la década de los años 1960, mi padre recibió dos extensas cartas de un tal Nicolás, treinta años mayor que él, residente en Madrid. Se dirige a mi padre con familiaridad, llamándole Pepico y le pregunta en una por Salvadorico (su hermano) y en otra le pide que le transmita su agradecimiento a su madre, Josefa Meroño Cegarra. Muestra pues una gran confianza con la familia en general. Ignoro quién podría ser y no recuerdo que le mencionara en alguna ocasión. ¿Quizá otra persona relacionada con la General Española de Seguros?

Y, ¿cómo olvidarla?, María Lidón (y su esposo Enrique Saura, payo, vendedor de cupones de la Organización Nacional de Ciegos en la calle Mayor), una gitana cuya madre ya mantuvo relación con nuestra família. La última carta que nos remitieron fue en 1983 y nos felicitaban por el nacimiento de mi hijo.

* * *

El matrimonio Amphoux en 1966

Durante su exilio en Francia hizo algunas buenas amistades.

La familia Amphoux, residentes en Dammarie-lés-Lys y con posterioridad en Melun, quienes le acogieron algún tiempo durante sus años de exilio. Estuvieron carteándose con mi padre al menos hasta 1983.

Otras amistades francesas fueron Pierre Guillot y su esposa, apellidada Hodon, también residentes en Dammarie-lés-Lys.

En Melun hubo una tal Pili, relacionada con los Amphoux. En sus cartas siempre había unas líneas firmadas afectuosamente por unos Carmen y Albert (Alberto en algunas de ellas). Pili mencionó en algunas de sus cartas a Elisa Fernández Meroño . Creo que los paquetes obsequios que nos llegaron desde Rusia pasaron por sus manos para ocultar al remitente real: Elisa.

Otra persona con la que mantuvo una relación epistolar de manera habitual durante años, fue [¿Alain?] Taquet, residente en Brie-Comte-Robert.


miércoles, 1 de marzo de 2023

Rosina Prado Fernández

Rosina Prado Fernández, hija de Pedro Prado Mendizabal y Elisa Fernández Meroño, nació el 11 de noviembre de 1935 en Cartagena. 

El 8 de abril de 1939, acompañando a sus padres, se desplaza a Le Havre y embarca en un mercante ruso rumbo a Leningrado (San Petersburgo) donde desembarcará el 13 de abril.

Durante su estancia en la URSS se licenció en Ciencias de la Información, especializándose en producción audiovisual.

En 1961 se instalará en Cuba junto a sus padres y a su hijo Pedro, nacido en 1959 como consecuencia de su relación sentimental con un joven polaco. Ese mismo año empieza a trabajar en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos.

En 1968, nace su segundo hijo, Ricardo, fruto de su matrimonio con Ricardo Sevil Álvarez. 

El matrimonio, junto sus dos hijos, se instala en Madrid en 1977.

Como directora cinematográfica realizó seis cortometrajes: Prijodiat y ujodiat poezda [Llegan y se van los trenes], el 1961, en Moscú; y, en Cuba, Ismaelillo (1962), Palmas cubanas (1963), ¿Qué es lo bello? (1965), La llamada del nido (1966) y El zoológico (1968).